Entrevista selfie.

- ¿Qué opinión te merece el oficialismo?

  Se puede tener un gobierno malo y un oficialismo bueno y se puede tener un gobierno bueno y un oficialismo malo.  
 Un mal gobierno podría contar con un oficialismo que admita errores e intente rectificar el rumbo trazado. Creo que es más esperable en gestiones encaradas por coaliciones, con ejemplos en Uruguay, en Chile o en el modelo pentapartidario italiano, donde las vertientes minoritarias pueden ejercer una voz crítica respecto de la que ocupa la centralidad del poder político. Te voy a decir algo audaz: de alguna manera el gobierno de la Alianza (1999-2001) fue un ensayo de ese mecanismo. Con la salvedad de que esas posturas no decantaron como reposicionamientos o cambios hacia adentro, sino como rupturas casi escandalosas, como la de Terragno primero y la renuncia del vicepresidente Chacho Álvarez mas adelante.
 Por otro lado, creo que los gobiernos de esta década son, han sido, un tanto mejores que su oficialismo. Creo que en buena medida, la mala calidad del oficialismo tiene que ver con la pésima oposición que se ha sabido construir. Una oposición que inventó un dispositivo sólo para impedir leyes emanadas del ejecutivo (el tristemente famoso Grupo A), incluyendo la de presupuesto, es una oposición sin plan alternativo, obligada a seguir la torpe agenda del grupo Clarín. Un heterogéneo y desmadrado grupo opositor que por decir que todo lo que el gobierno K ha hecho es una mierda -lo que para buena parte de la población es insostenible- ha perdido toda credibilidad para decir que algunas cosas sí lo son. Y eso da como resultado un oficialismo acrítico y achanchado, que hoy sería incapaz de librar batallas dialécticas de gran envergadura si algún emergente de esa entelequia llamada oposición diera la talla. Podría darte varios ejemplos, como la Ley antiterrorista, la designación de Milani en Ejército o la tardía intervención en YPF, que hoy nos hace seguir penando un marcado déficit energético. No, en lugar de eso, una oposición enana, derechista en general y de patrocinio neoliberal, a lo mucho atinó a proponer el 82% móvil a los jubilados, como una forma de -si la obtenían- desfinanciar al Estado, conducido por un gobierno que -al menos hasta hoy- respetó la movilidad de las jubilaciones con dos aumentos anuales. Pero al que podrían haberle entrado con los marcados retrasos (o falta de voluntad política) en eliminar el trabajo en negro, causa real de la imposibilidad de sostener con los propios salarios registrados esa idealidad de haberes. Justamente no entraron por ahí por los muchos Momos Venegas que cuentan en sus filas, y porque el objetivo real -al que se suma la presión sobre el dolar- es que la Argentina retome la política de endeudamiento permanente, que es lo que en los medios se vende como "integración al mundo".

- ¿Y cuál te parece que será el destino de ese oficialismo una vez que CFK deje el Gobierno?

  No puedo hacer futurología (risas), sobre todo en una entrevista inventada.  De todos 
modos aunque creo que habrá que esperar para saberlo, las PASO son primero, está medio cantado que la figura que más les mide es (Daniel) Scioli. Y ahí se dividen las aguas. Están los que ya le hacen cruz diablo, dado su marcado carácter neoliberal mutante, y están los que lo ven como un fiel ladero del proyecto nac&pop, al que se lo podría custodiar desde un parlamento lleno de paladares negros, con K's pura raza. Ante eso no sé qué pensar. Primero se verá si tal fidelidad se mantiene con la banda presidencial cruzada. Se me dirá que debería vérselas con una máquina de impedir leyes, a la que podríamos llamar el Grupo B? Yo tendría alguna prevención respecto a la capacidad de llegada directa a "la gente" y respecto de una alianza político mediática entre Balcarce 50 y los no desarticulados ni desconcentrados grupos mediáticos, que vienen deseando llevarse bien con la conducción política del país. Que no sea que desde ahí, los que hoy son la oposición- balde de mierda, pasen a ser los aliados de un gobierno trabado por lesgisladores del "viejo cuño".

- Crees que puede haber retrocesos?
 Andá a saber. Si bien creo que buena parte de la población va a (hace gesto de comillas con los dedos) atalonarse, a no dejarse quitar ciertos derechos adquiridos, también es cierto que ese oficialismo apocado, tendrá que poner a prueba algunas convicciones en la medida en que se produzcan cambios en el contexto económico (desacelaración del crecimiento por vías internas y externas), que implicarán nuevas preguntas, que la ortodoxia ya viene hambrienta por volver a responder. Ahí sí se verán los pingos, en una batalla por mantener la inclusión y una mayor equidad en una economía que se contrae. Tal vez allí se vuelva crucial lo de las salidas regionales, que hasta ahora no exceden en demasía el marco de lo protocolar y lo simbólico.
- Sos pesimista...
 No, ni de gancho. Creo que el reaseguro para no retroceder es que resurja una izquierda que se desmarque de los pensamientos únicos y que se crea capaz de inventar nuevas soluciones para los nuevos problemas. Sería deseable que ese lugar sea ocupado por parientes ideológicos que vengan de abajo, de las múltiples y a veces erradas opciones que tiene hoy la izquierda como oposición, y vengan de arriba, de los suburbios de los partidos mayoritarios, esos que han logrado imprimir una serie de cambios a nuestra versión local del capitalismo global.

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